Con el fin de estabilizar los mercados y mantener un nivel de rentabilidad para los agricultores, la U.E. subvenciona la retirada de frutas y hortalizas si se destinan a otros usos al margen del mercado. Entre ellos, y el más importante, es la ayuda humanitaria para hacer la distribución gratuita a través de las organizaciones solidarias.

La U.E. fomenta la concentración de la oferta y la comercialización proporcionando ayudas para la creación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH). Entre las principales ayudas, la administración les aprueba un programa operativo que puede incluir edificios, maquinaria, actuaciones medioambientales, etc. y también las retiradas.

La cantidad de frutas y hortalizas que una OPFH puede destinar a retiradas tiene un límite del 5% de los kilos que ha comercializado en las tres campañas anteriores, lo que significa grandes volúmenes disponibles. El precio de retirada es fijado por la U.E. para cada producto, añadiendo un complemento por la clasificación, el envasado y el transporte.

Las condiciones mínimas que deben cumplir las frutas y hortalizas destinadas a las organizaciones benéficas son de calidad II o superior, calibradas y entregadas en cajas de menos de 25 Kg, que lleven el emblema europeo junto con la mención «PRODUCTO DESTINADO A SU DISTRIBUCIÓN GRATUITA (REGLAMENTO CE Nº 1580/2007)».

Las entidades de reparto para poder recibir las frutas y hortalizas deben ser autorizadas por el Departamento de Agricultura de la Generalitat, que tiene transferidas las competencias y pueden recibir un máximo de 500 gramos por beneficiario y día, estando obligadas a llevar una contabilidad de existencias.

Como la mayoría de los productos son muy perecederos, los que no pueden absorber las entidades son destinados al consumo animal o para abonos, las OPFH reciben un 50 % del valor.

La distribución de estas frutas y hortalizas que llegan de este programa la realiza el Banc dels Aliments entre sus entidades asociadas, autorizadas por el Departament d’ Agricultura.

Con el fin de estabilizar los mercados y mantener un nivel de rentabilidad para los agricultores, la U.E. subvenciona la retirada de frutas y hortalizas si se destinan a otros usos al margen del mercado. Entre ellos, y el más importante, es la ayuda humanitaria para hacer la distribución gratuita a través de las organizaciones solidarias.