Este incremento va directamente vinculado al aumento de personas atendidas a causa de la pandemia y la necesidad del Banco de Alimentos de poder dar respuesta.
El aprovechamiento alimentario continúa siendo la esencia de la entidad. El año pasado se pudieron recuperar 10.879.752 de kilos, evitando que se despilfarraran. Destaca el trabajo realizado destinado a retirar 3.917.943 de kilos de alimentos frescos de los supermercados y hacerlos llegar a las entidades sociales para ser consumidos antes de que caducaran.
Como novedad, en 2021 el Banco de Alimentos de Barcelona entregó ayudas monetarias destinadas a la compra de alimentos por un total de 721.352 a las entidades sociales. Se repartieron 11.308 tarjetas monedero por valor de 565.436€, en coordinación con Cáritas valor de 565.436 €, en coordinación con CÁRITAS, CRUZ ROJA y otras organizaciones colaboradoras destinadas a personas en situación de pobreza, para la compra de productos de alimentación según su criterio y preferencias. Y se ayudó a las entidades sociales con VALES por valor de 155.916€ para intercambiarlos por alimentos, en supermercados, comercio de proximidad y mercados municipales.
Contribuir a garantizar una dieta saludable es una de las prioridades del Banco de Alimentos de Barcelona. Durante el 2021 se pudieron distribuir más de 8 millones de kilos de producto fresco: fruta, verdura, carne, pescado, huevos y patatas, entre otros.
Algunos de estos productos de alto valor nutritivo se pudieron incorporar a la cesta básica gracias a las donaciones de particulares y empresas, y con campañas como el Gran Recapte. Se compraron 6.779.729 de kg por valor de 6.975.681€.
Y en este sentido, se quiere denunciar y poner de relieve que el Banco de Alimentos de Barcelona soportó un IVA por valor de 548.390€ (400.834€ de IVA correspondieron a la compra de alimentos y 147.556€ a gastos de gestión). “Si hubiéramos podido ahorrarnos este importe, habríamos podido distribuir más de 1 millón de litros de leche a personas en situación de precariedad, remarca Lluís Fatjó-Vilas, director del Banco de Alimentos de Barcelona.
De la valoración que Lluís Fatjó-Vilas hace de la actividad del Banco de Alimentos durante el 2021 destaca “la capacidad de continuar dando respuesta a la emergencia social, cuando llevamos ya tantos meses acumulados de pandemia, a la vez que hemos incrementado nuestro esfuerzo evitando el despilfarro de alimentos. Esto ha podido ser gracias a las ayudas recibidas por la ciudadanía, las empresas y las administraciones”.
Por su parte, Roser Brutau, presidenta del Banco de Alimentos, hace un “llamamiento a no bajar la guardia de la solidaridad, puesto que la demanda de ayuda persiste y la recuperación todavía es lenta y así poder continuar contribuyendo a garantizar el derecho a la alimentación en nuestro entorno.