Barcelona, 17 de noviembre de 2022
El Gran Recapte tendrá un formato mixto que combinará la donación de productos de alimentación con los donativos monetarios en la web www.granrecapte.com o en las líneas de caja de los establecimientos. Cada cadena de distribución ha escogido la modalidad que ofrecerá en sus tiendas. Combinar la donación física con las aportaciones monetarias, permitirá, también, que algunas entidades sociales reciban del Gran Recapte tarjetas monedero solidarias para la adquisición directa de alimentos por la parte de las personas usuarias.
El objetivo, un año más, movilizar a la ciudadanía para que participe haciendo voluntariado o haciendo donaciones en los puntos de recogida habilitados en los establecimientos alimentarios.
Estas donaciones permiten a los Bancos de Alimentos adquirir y distribuir alimentos que contribuyen a garantizar el derecho a la alimentación de las personas en situación de precariedad alimentaria.
En la rueda de prensa ha participado el Presidente del Banco de Alimentos de Barcelona Lluís Fatjó-Vilas que ha destacado que “en contexto de emergencia social como el actual, la solidaridad ciudadana es clave, el Gran Recapte es imprescindible para conseguir la cantidad de alimentos básicos necesarios para afrontar el primer trimestre de 2023. También queremos explicar a la ciudadanía cómo el formato de donaciones económicas permiten adquirir alimentos de alto valor nutritivo y la conversión en tarjetas monetarias que empoderen a las personas a elegir los alimentos que forman parte de su dieta”.
Por su parte, Àngels Guiteras, gerente de la Asociación Bienestar y Desarrollo ABD, ha alertado también sobre «la actual crisis social sin precedentes, que está abocando más hogares a la precariedad. Los efectos de las sucesivas crisis que se están encadenante están cronificando la pobreza, la exclusión social y las desigualdades. Desde la Asociación Bienestar y Desarrollo (ABD) observamos que la falta de acceso a una vivienda digna está causando un impacto grave y, para muchas familias, no s están garantizando derechos básicos como el acceso a la energía o el derecho a la alimentación. En este sentido, agradecemos la colaboración que tenemos del Banco de Alimentos. alimentos que nos permitieron garantizar el derecho a una alimentación sana, nutritiva y suficiente a más de 3.000 personas usuarias de nuestros programas y servicios».
EL ACTUAL CONTEXTO DE INFLACIÓN
Los Bancos de Alimentos catalanes se encuentran en una situación delicada a raíz del actual contexto de inflación. El precio de los alimentos básicos ha ido incrementando a lo largo del año hasta situar la inflación interanual en agosto en un 10,2% en Cataluña. Si nos centramos en la partida de Alimentos y bebidas no alcohólicas, el incremento de precios es del 13,7% (datos del INE, octubre 2022).
Algunos de los productos que han sufrido las mayores subidas de precios han sido básicos como el aceite de semillas (67%), aceite de oliva (11,6%), la leche (19,7%), los huevos (19, 9%), las harinas (33,8%) o los alimentos infantiles (12,6%). Esto ha desajustado el presupuesto de los Bancos de Alimentos y por consiguiente, se ha tenido que readaptar la cantidad de alimentos distribuidos por persona y mes. Por otra parte, la progresiva pérdida de poder adquisitivo por parte de las familias les aboca a una mayor inseguridad a la hora de garantizar el acceso a una alimentación saludable.
Una campaña como la Gran Recapte es esencial para que los Bancos de Alimentos puedan llenar la despensa y tener asegurada la distribución, en los próximos meses, de productos tan necesarios como la leche, el aceite o las conservas de pescado.
EL GRAN RECAPTE CONTINUA APOSTANDO POR LA SOSTENIBILIDAD
Desde 2018, el Gran Recapte es más sostenible gracias a un acuerdo con la Fundación Endesa, que ha permitido sustituir las 250.000 bolsas de plástico que se utilizaban cada año, por 80.000 de tela reutilizables y ecológicas. Esta colaboración, que se enmarca en el área de biodiversidad urbana de la entidad, responde tanto a su vocación social ya su compromiso con las personas como con su objetivo de mejorar el entorno haciéndolo más sostenible . Con este nuevo sistema, se calcula que en tres años se habrán reducido más de 14 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera.